La obesidad se ha convertido con el tiempo en un problema cada vez más preocupante. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, desde 1980 este mal se ha más que duplicado en el mundo. Ya no sólo es un mal propio de los países industrializados; ahora, personas de todo el mundo sufren sobrepeso como consecuencia de los cambios en sus hábitos de vida, cada vez menos saludables.
La causa principal del sobrepeso y la obesidad es el consumo excesivo de alimentos ricos en grasas, sales y azúcares, pero pobres en vitaminas, minerales y otros nutrientes. Asimismo, este mal se desarrolla en personas que realizan poca actividad física. El sobrepeso está presente cada vez más en las sociedades modernas, que promueven una vida sedentaria y poco saludable.
Quienes padecen obesidad tienen mucho mayor riesgo de sufrir afecciones cardiovasculares, como infartos y accidentes cerebrovasculares, diabetes, osteoartitis y algunos cánceres, como del endometrio, la mama y el colon. Esto aunado a los males psicológicos que aquejan a las personas, sobre todo a las mujeres, que tienen sobrepeso.
Pero la obesidad no tiene por qué ser eterna: es posible erradicarla e incluso prevenirla. Es posible combatirla con ayuda de un especialista, quien proporcionará una dieta especial. Lo mejor que puede hacer una persona con sobrepeso es reducir su consumo de grasas saturadas (procedentes de animales), aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales, limitar el consumo de azúcares simples, hacer ejercicio con regularidad y en general, llevar hábitos saludables.
Una alimentación natural así como hábitos de vida saludables, nos asegurarán una vida plena, libre de enfermedades y dolencias. Vale la pena esforzarnos en comer bien, realizar ejercicio a diario y cuidar nuestro cuerpo para poder vivir nuestra vida plenamente, sin cargar con el terrible peso de la obesidad.